Desarollé Luna Yoga en los comienzos de los años 80, después de poder estudiar disciplinas como Yoga, Ayurveda, Acupuntura, “Autentic movement”, Astrología, Terapia Craneo- Sacral y Medicina tradicional/ natural. Me moví como periodista y traductora por todo el mundo, siempre me interesaban los sistemas de curación tradicionales, sobre todo el movimiento y las danzas tal como la sabiduría antigua de las mujeres.
En el Yoga clásico que conozco y practico desde 1967, no se menciona la diferencia entre cuerpo masculino y femenino. Algunos ejercicios no me parecían adecuados para mantener mi cuerpo sano. Muy interesante fue para mi cuando se decía que una u otra postura o movimiento no debía ser practicado por las mujeres.
Por ello investigué y probé, busqué lo que pudiera hacer bien a mi cuerpo femenino.
Aviva Steiner, una bailarina húngara había desarollado una gimnasia específica para el ciclo femenino. Con ella pude aprender a confiar en los sentimientos de mi cuerpo.
Así creé el Luna Yoga como un àrbol, lo cual me gusta usar como símbolo para mi enseñanza.
“Tradición es el don del fuego y no la adoración de la ceniza”
(Gustav Mahler)